A solo un año de que México vuelva a brillar en el escenario deportivo internacional como coanfitrión de la Copa Mundial de la FIFA 2026, la Ciudad de México se prepara con una ambiciosa estrategia de expansión y transformación de su infraestructura turística. La capital del país, que recibirá cinco partidos del torneo en el Estadio Azteca, se enfrenta a un desafío logístico y de hospitalidad sin precedentes: albergar a más de 1.2 millones de visitantes nacionales e internacionales en un corto periodo de tiempo.
Esta será la tercera vez que México sea sede de una Copa del Mundo (algo que ningún otro país ha conseguido), lo que consolida su imagen como potencia futbolera y destino global. Sin embargo, la proyección es clara: la oferta de hospedaje actual no es suficiente para satisfacer la demanda esperada.

Aumentar hospedaje en 20%: Una prioridad para CDMX
Actualmente, la Ciudad de México cuenta con poco más de 102 mil cuartos de hotel regulados, de los cuales solo 44 mil 127 cumplen con los estándares establecidos por la FIFA, según datos de la Asociación Mexicana de Viviendas Turísticas (AMVitur). Esto representa un serio desfase en la capacidad de alojamiento, considerando la magnitud del evento y el flujo proyectado de turistas.
En palabras de Sean Cázares Ahearne, director general de AMVitur, “la demanda es muy superior a la infraestructura disponible. Estamos hablando de 136 turistas por cada habitación disponible, lo que refleja un déficit crítico”.
Ante este panorama, la Secretaría de Turismo capitalina ha confirmado una expansión del 20% en la infraestructura hotelera y de servicios turísticos en los próximos dos años, lo que incluye la construcción de nuevos hoteles, ampliaciones de los existentes y una fuerte apuesta por la vivienda turística temporal, como los alojamientos tipo Airbnb.

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Redistribuir al turismo: Menos presión para el centro de la Ciudad de México
Uno de los principales retos será evitar la saturación de zonas como la alcaldía Cuauhtémoc, que concentra más del 50% de la oferta hotelera de la ciudad. Para ello, las autoridades trabajan en estrategias que promuevan una distribución más equitativa del turismo hacia otras zonas con potencial de desarrollo y atractivo turístico, como Coyoacán, Tlalpan o incluso alcaldías del norte como Gustavo A. Madero.
Este enfoque no solo busca mejorar la experiencia del visitante, sino también impulsar la economía local en zonas menos tradicionalmente turísticas, favoreciendo una derrama económica más amplia y justa.
Interiorismo: El nuevo rostro de la hospitalidad de la Ciudad de México
Más allá de construir más habitaciones, el Mundial ha impulsado una revolución en el diseño interior de los espacios de hospedaje. Según Marcos Gottfried, director de Expo Hábitat México, “el interiorismo ya no es un lujo, es una necesidad. Los huéspedes de hoy no solo buscan un lugar donde dormir, sino una experiencia estética, funcional y culturalmente enriquecedora”.
Tanto hoteles tradicionales como viviendas turísticas están renovando sus interiores para integrar elementos de confort, diseño contemporáneo y autenticidad local. Espacios más amplios, tecnología de punta, decoración temática y servicios personalizados son parte de esta tendencia que, además de elevar la calidad del hospedaje, busca posicionar a México como líder internacional en hospitalidad e interiorismo.
La transformación que vive la Ciudad de México de cara al Mundial 2026 va más allá del deporte. Representa una oportunidad histórica para modernizar su infraestructura, fortalecer su industria turística y elevar sus estándares de hospitalidad. Al mismo tiempo, posiciona al país como un anfitrión capaz no solo de organizar eventos de talla mundial, sino de hacer sentir a millones de visitantes como en casa.