Mientras el mundo despide a José “Pepe” Mujica, el expresidente uruguayo que transformó la política con su humildad radical, su legendario Vocho azul 1987 —apodado ‘El Fusca’— se convierte en el símbolo más tangible de su extraordinario legado. Este automóvil, valorado en menos de $3,000 dólares, fue su compañero inseparable durante su presidencia (2010-2015) y hasta sus últimos días.
El vehículo, un regalo de amigos cuando Mujica asumió mayores responsabilidades políticas, encarnaba su filosofía de vida:
- Rechazó ofertas millonarias, incluyendo 10 camionetas 4×4 del embajador mexicano Felipe Enríquez.
- Recorrió Uruguay entero, llevando al presidente a reuniones oficiales y visitas rurales por igual.
- Se convirtió en ícono global de la austeridad política, contrastando con las limusinas presidenciales tradicionales.
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Para los uruguayos, ‘El Fusca’ era más que un auto: era una extensión móvil del líder que donaba el 90% de su sueldo, vivía en una granja humilde y priorizaba la conexión ciudadana sobre los privilegios del poder.

Hoy, mientras Uruguay llora a su líder, el destino del Vocho sigue incierto. ¿Se convertirá en pieza de museo? ¿Símbolo itinerante? Lo único seguro es que, como Mujica, nunca será olvidado.
Legendario Vocho azul vs. otros autos presidenciales:
- Costo: 3,000 vs. 500,000 de una limusina tradicional.
- Mantenimiento: Reparado por mecánicos locales, no talleres exclusivos.
- Simbolismo: Representaba la “república de las tostadas” (su desayuno habitual).
Características del icónico auto de Pepe Mujica
- Modelo: Volkswagen Golf Mk1 (Fusca en Uruguay).
- Origen: Regalo de amigos al entrar al gobierno.
- Ofertas rechazadas: 10 camionetas 4×4, coleccionistas internacionales.
- Uso oficial: 2010-2015 (y décadas antes/después).
Mientras museos y coleccionistas pujan por el Vocho, Uruguay debate cómo honrar mejor su memoria: ¿Preservarlo como reliquia nacional o dejarlo rodar, como a Mujica le hubiera gustado?