Durante las primeras horas del jueves 21 de marzo, usuarios de la Línea 7 del Metro de la Ciudad de México se enfrentaron a una situación de caos y molestia debido a fallas en el servicio que dejaron varados a pasajeros en varias estaciones clave de la capital.

Descontento entre los usuarios

A pesar de los intentos del Sistema de Transporte Colectivo (STC) por calmar la situación mediante un comunicado, los viajeros expresaron su enojo a través de cuentas en redes sociales, especialmente en Twitter. Según relatos de los propios usuarios, tuvieron que esperar hasta una hora para recibir información sobre el estado del Metro, ya que no se había comunicado ninguna falla antes de que llegaran a los andenes.

Los andenes, pasillos e incluso escaleras eléctricas se vieron abarrotados de pasajeros que esperaban abordar el tren subterráneo. Muchos usuarios aseguraron que, a pesar de la suspensión del servicio entre San Joaquín y Constituyentes, los oficiales de seguridad no advirtieron a los pasajeros antes de ingresar a las estaciones.

Explicación de las autoridades del Metro

Según información compartida en las redes sociales del Metro, el problema se debió a un fallo en un aparato de cambio de vías, lo que requirió la evacuación de la zona para evitar posibles accidentes. Como medida de seguridad, se inhabilitaron las estaciones San Joaquín, Polanco, Auditorio y Constituyentes, limitando el servicio entre El Rosario y Tacuba, así como entre Tacubaya y Barranca del Muerto.

En un intento por ayudar a los pasajeros afectados, se implementaron unidades de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP) para facilitar el transporte entre Tacuba y Tacubaya en ambos sentidos. Sin embargo, muchos usuarios reportaron que estas unidades no fueron suficientes y en algunas zonas ni siquiera llegaron. Ante esta situación, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) tuvo que intervenir para proporcionar apoyo adicional a los viajeros varados en las calles de la Ciudad de México.

Con información de Infobae