​En la tercera sesión del Parlamento Abierto en la Cámara de Diputados para discutir los alcances de la reforma constitucional de la reducción a la jornada laboral, académicos, especialistas y representantes sindicales coincidieron en que habría más beneficios que desventajas.

Claudia Esqueda, vicepresidenta de la Sociedad Mexicana del Derecho del Trabajo y la Seguridad Social, subrayó que la reducción de la jornada laboral no se trata de descansar más, sino que atiende a diferentes asuntos no relacionados directamente al trabajo: las tareas domésticas, la crianza, entre otros. 

Además, añadió que la disminución debe ser progresiva, y compartió los instrumentos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que servirían de guía. 

Alma Paz, consultora en Recursos Humanos, señaló que la disminución del límite legal de la jornada laboral puede traducirse como un beneficio directo a la salud emocional de los empleados, al reducir el riesgo de afectaciones psicosociales y crear mejores espacios de trabajo. 

Durante la discusión en parlamento abierto de la Cámara de Diputados, Mariano Serna Muñoz, consejero nacional de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco - Servytur), declaró que, en contraste con el aumento del descanso de los trabajadores, la reforma lograría que persiguieran una nueva ocupación remunerada en sus dos días libres.

Además, agregó que, dado el alto índice de empleo informal (57%) que se observa en el país, convertiría en actores desfavorecidos a los empleadores formales, pues competirán con quienes no estarían obligados a seguir las mismas normas. 

Por otro lado, la Cámara de la Industria de Transformación de Nuevo León se pronunció en contra de la reforma por el riesgo que representa para los pequeños negocios. 

La presidenta de la Comisión Pyme de dicha cámara declaró que las últimas reformas a la Ley Federal del Trabajo (LFT) han impactado negativamente a los pequeños empresarios hasta el punto de haber hecho cerrar a algunos de ellos. Y añadió que el impacto que tendría la reforma en las empresas se convertiría en un incremento de entre el 15 y el 20% del costo de los productos. 

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