La controversia entre el Gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador y la oposición ha alcanzado un nuevo nivel de tensión con la solicitud de la candidata presidencial Xóchitl Gálvez de suspender las llamadas "Mañaneras", las conferencias matutinas ofrecidas por el mandatario. Este miércoles, López Obrador rechazó rotundamente la petición, calificándola como una "gravísima violación" a la libertad de expresión y una forma de censura.

La candidata presidencial, respaldada por los tres dirigentes nacionales de la coalición Fuerza y Corazón por México, acusó a las conferencias matutinas de ser un instrumento para dañar su imagen y de formar parte de una estrategia desde Palacio Nacional para influir de manera indebida en las elecciones. López Obrador, por su parte, atribuyó la solicitud de Gálvez al nerviosismo de sus adversarios a dos meses de los comicios del próximo 2 de junio.

La petición de Gálvez, realizada durante una reunión con los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE), incluyó tres solicitudes dirigidas al árbitro electoral: aclarar que los programas sociales no correrán riesgo en caso de un cambio de gobierno, garantizar la seguridad en las votaciones y detener las conferencias de prensa del presidente. La respuesta de López Obrador fue contundente, afirmando que la medida propuesta violaría la Constitución y que en una democracia debe haber pluralidad de puntos de vista.

El conflicto entre López Obrador y Gálvez respecto a las conferencias matutinas tiene antecedentes que se remontan a varios meses atrás. En junio del año pasado, Gálvez solicitó derecho de réplica para exponer su posición sobre la continuidad de los programas sociales, pero el presidente se negó a recibirla, lo que fue clave para el surgimiento de la candidatura presidencial de Gálvez como representante de la oposición.

La respuesta de Morena, el partido gobernante, ha sido no dar peso al reclamo de Gálvez, argumentando que entrar en la polémica no beneficia a la candidatura de Claudia Sheinbaum, líder en las encuestas. Los partidos de oposición anunciaron que llevarían la petición al Consejo General del INE y, posteriormente, evaluarían la posibilidad de recurrir al Tribunal Electoral.