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Durante su participación en la Asociación Internacional de Jefes de Policía, el director del Buró Federal de Investigaciones (FBI), Chris Wray, informó en una teleconferencia con periodistas que la agencia ha observado un aumento significativo de la retórica amenazante dirigida tanto contra comunidades judías como musulmanas desde los ataques perpetrados por Hamas contra Israel el 7 de octubre.

Wray destacó que el FBI está tomando medidas para mitigar estas amenazas y no descarta la posibilidad de que grupos como Hamas utilicen los eventos en el Medio Oriente como pretexto para planificar o incitar ataques en Estados Unidos. Aunque la mayoría de las amenazas evaluadas por la agencia no han sido consideradas creíbles, un funcionario del FBI subrayó que todas son tomadas seriamente.

En paralelo a la gestión de estas preocupaciones, el FBI, en coordinación con su dependencia en Tel Aviv, Israel, está dedicando esfuerzos para localizar e identificar a ciudadanos estadounidenses que aún se encuentran desaparecidos tras el ataque de Hamas. Hasta el momento, no se ha proporcionado una cifra precisa sobre el número de personas desaparecidas.

En días recientes, el ex-líder de Hamas, Khales Mashal, llamó a que el viernes 13 fuera un “día mundial de la ira”, en apoyo al reciente atentado de Hamas contra Israel, que lleva más de 1300 víctimas. La intención era mandar un “mensaje de ira a sionistas y a Estados Unidos”.

Debido a esta incitación a la violencia contra la comunidad judía, los departamentos de policía, locales y federales, en la primera economía del mundo fortificaron sus patrullajes en lugares de reunión para quienes practican la religión judía; en empresas de propiedad judía; y en edificios diplomáticos israelíes.

Aunque estos “llamados a la ira” ha provocado manifestaciones de dimensiones considerables, además de disturbios, en Gaza y Cisjordania, no han producido movilizaciones a gran escala en Estado Unidos.