La virtual presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, ha planteado una serie de iniciativas relacionadas con el cuidado y la igualdad de género en su proyecto de nación. Sin embargo, expertos señalan que, si bien estos programas son un paso en la dirección correcta, no bastan para consolidar un Sistema Nacional de Cuidados integral que atienda las necesidades de la población y combata las desigualdades de género de manera efectiva.

Uno de los puntos clave en la propuesta de Sheinbaum es la creación de centros de educación inicial para hijas e hijos de jornaleras agrícolas y trabajadoras de la industria maquiladora, así como un apoyo económico para mujeres a partir de los 60 años. Estas iniciativas buscan visibilizar y reconocer el trabajo de cuidados, que actualmente representa el 24.3% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, según la Cuenta Satélite del Trabajo no Remunerado de los Hogares de México.​

La exlegisladora Martha Tagle y la senadora Patricia Mercado coinciden en que, si bien estos programas son parte de la política de cuidados, no constituyen un sistema integral que abarque áreas como salud, educación y corresponsabilidad en el trabajo de cuidados. Tagle enfatiza que un verdadero sistema de cuidados debe coordinar a todas las instituciones del Estado en los diferentes niveles de gobierno.

Natalia Calero Sánchez, directora del Programa de Derecho del Tec de Monterrey, campus Santa Fe, considera positivo que se atienda a la primera infancia, pero señala que un sistema integral también debe considerar a personas con discapacidad, enfermedades y adultos mayores. Calero Sánchez resalta la importancia de que Sheinbaum abra la discusión sobre este tema a la sociedad civil organizada.

Según estimaciones del subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, un sistema de cuidados a nivel nacional tendría un costo de entre el 1.2% y el 1.4% del PIB anual. Sheinbaum ha prometido incluir una partida específica para el Sistema Nacional de Cuidados en el presupuesto del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de las Familias (DIF) de 2025. Sin embargo, Tagle advierte que el DIF tiene una visión asistencial y que todas las áreas de gobierno deben estar involucradas para que el sistema funcione adecuadamente.

Además de las políticas de cuidado, el proyecto de nación de Sheinbaum incluye propuestas para garantizar la igualdad sustantiva de las mujeres y el derecho a una vida libre de violencia. No obstante, especialistas como Katya Itzel Hernández Zavala, de la UNAM, señalan que la perspectiva de género debe estar presente en todo el plan de gobierno y no solo en una parte aislada.

Aunque Claudia Sheinbaum ha planteado iniciativas prometedoras en materia de cuidados y género, los expertos advierten que se requiere un enfoque más integral y coordinado entre diferentes instituciones y niveles de gobierno para abordar de manera efectiva las desigualdades y necesidades de la población mexicana. La transversalización de la perspectiva de género en todas las políticas públicas es fundamental para avanzar hacia una sociedad más justa e igualitaria. 

Con información de: Animal Político