El director general del Banco de Pagos Internacionales (BPI), Agustín Carstens, señaló que, si bien las principales economías del mundo están encaminadas hacia un "aterrizaje suave", la

inflación continúa representando un desafío. En un discurso en Fráncfort, Carstens destacó que si bien la inflación global ha disminuido significativamente en el último año, aún persisten

preocupaciones sobre su impacto en la economía mundial.

A pesar de la reducción de la inflación, algunos bancos centrales están reconsiderando sus políticas restrictivas para impulsar el crecimiento y sostener las economías después de los impactos

de la pandemia y el repunte inflacionario. Carstens destacó que esta moderación en las políticas tiene como objetivo preservar el crecimiento económico con un costo reducido para la economía

real.

En el escenario actual, se espera que el Banco Central Europeo sea el primero en tomar medidas en junio, seguido por la Reserva Federal estadounidense y el Banco de Inglaterra en los meses

siguientes. Sin embargo, Carstens advirtió que indicadores recientes sugieren que el aumento de los precios podría ser más persistente de lo anticipado, lo que destaca la necesidad de una

vigilancia continua por parte de los bancos centrales.

Carstens subrayó que aunque la inflación ha disminuido, todavía supera los objetivos de los bancos centrales y es probable que surjan desafíos adicionales en el futuro. Factores como la

desglobalización, la fragmentación económica y el cambio climático seguirán ejerciendo presión sobre los precios a medio plazo. Esto requerirá que los bancos centrales cumplan con sus

compromisos de controlar la inflación mientras navegan por un entorno económico complejo.