Entre enero y julio de 2024, el gasto del gobierno en el servicio de la deuda alcanzó los 664,067 millones de pesos, lo que representa un aumento del 4.1% en comparación con el mismo periodo del año pasado. Este gasto equivale al 2.5% del PIB, una cifra que se espera que suba al 3.6% para el final del año, reflejando una creciente presión financiera.

Crecimiento histórico de la deuda pública

El sexenio actual concluirá con un récord histórico en deuda pública, acumulando 6.6 billones de pesos. Este incremento representa el mayor aumento en la deuda nacional en términos absolutos en la historia del país. De acuerdo con analistas, la administración entrante, encabezada por Claudia Sheinbaum, enfrentará serios desafíos financieros.

La deuda en relación con el PIB superará el umbral crítico del 50%, con proyecciones que indican un 51.2% para 2024 y hasta un 52.5% para 2025. Este nivel de deuda podría influir negativamente en las calificaciones crediticias y en la percepción del mercado.

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Retos fiscales para el nuevo gobierno

John Soldevilla, de Ecobi, anticipa que la deuda pública podría ascender al 52.2% del PIB para fin de año, con una posible subida cercana al 55% para 2026. Este incremento marcaría el nivel más alto desde 1987.

La administración que asumirá el cargo enfrentará un déficit fiscal del 6% del PIB y un entorno económico complicado, con limitadas opciones para reducir el gasto o aumentar los ingresos sin una reforma fiscal significativa.

A pesar de estos desafíos, hay un alivio potencial con la reciente reducción en las tasas de interés del Banco de México (Banxico), lo que podría reducir la carga del servicio de la deuda. Actualmente, una parte significativa de la deuda es en moneda nacional, lo que atenúa las presiones del tipo de cambio.

No obstante, el nuevo gobierno deberá gestionar cuidadosamente el presupuesto y buscar reformas fiscales para evitar un deterioro adicional en la situación económica.

La administración entrante deberá enfrentar una serie de decisiones cruciales para estabilizar las finanzas públicas y manejar el creciente peso de la deuda nacional.